por: Alfredo Lindley-Russo

Las 4,914 patentes que tan solo IBM obtuvo en el 2009, son más que suficientes para demostrar el bajo desarrollo tecnológico de nuestro país. Muy de lejos de esta cifra, las 693 patentes solicitadas en el Perú (de las cuales 657 corresponden a firmas internacionales y solo 36 a peruanos) demuestran nuestra escasez de inventores nacionales, cuestión que viene siendo criticada desde hace muchos años, incluso por el mismísimo Jorge Basadre Grohmann en su Historia de la República del Perú, quien recalca el histórico superávit de estudiantes de humanidades y el sempiterno déficit de estudiantes de ciencias exactas.

En nuestro país, el total de patentes otorgadas durante el 2009, es de tan solo 28 patentes, siendo la industria farmacéutica la más activa con la empresa NOVARTIS encabezando la lista. ¿La empresa nacional que más solicitudes presentó en el 2009? MINCO S.A.C. con tan solo dos (2) patentes ¿Y la que más patentes obtuvo en este mismo período? El laboratorio microbiológico BIOSERVICE, también con dos (2).

¿Será coincidencia la observación de Basadre, con el hecho que Perú sea un país con un prolijo abanico de tratados internacionales relacionados al desarrollo tecnológico, pero con un ínfimo desarrollo propio del mismo?

En un estudio elaborado por la Gerencia de Estudios Económicos del INDECOPI (IMPACTO DE LA ADHESIÓN DEL PERU AL TRATADO DE COOPERACIÓN EN MATERIA DE PATENTES), se mostró que entre 1993 y el 2005, el 5% del total de las patentes han sido solicitadas por nacionales, mientras que el 95% restante corresponde a solicitantes extranjeros (en el caso de los modelos de utilidad, la relación es de 13 a 87 a favor de los extranjeros).

Con la suscripción del TRATADO DE COOPERACIÓN EN MATERIA DE PATENTES (PCT por sus siglas en inglés), es de esperar que la cantidad de solicitudes extrajeras se incremente, pues este tratado facilita el registro de patentes en distintas partes del mundo de manera simultánea; siendo los más beneficiados, aquellos que cuentan con la mayor cantidad de inventos. En consecuencia, la tecnología registrada a favor de extranjeros, obligará al consumidor nacional a tener que pagar para acceder a ella.

Así, se hace manifiesta una transferencia de recursos desde los bolsillos del consumidor peruano (concepto que incluye a las empresas deseosas de usar determinada tecnología) hacia las trasnacionales de los países más industrializados (titulares de las patentes).

Si a esto le sumamos:

1. El impacto de nuestras exportaciones de productos de baja tecnología (aproximadamente 80% de nuestras exportaciones son materias primas) versus nuestras importaciones de productos de alta tecnología, (que arroja como consecuencia un déficit en nuestra “balanza de conocimiento”)

2. Los efectos del registro de patentes en la dinámica competitiva nacional que se ve afectada por el hecho de no poder acceder al mismo nivel tecnológico que nuestros competidores extranjeros (quienes cuentan con la tecnología patentada a su favor)

Advertimos que el panorama de desarrollo tecnológico de nuestro país, se muestra desolador…

Pero si, adicionalmente a lo anterior consideramos:

3. El hecho el 31% de las barreras burocráticas existentes, están referidas a restricciones referentes al funcionamiento de establecimientos.

4. Y la complejidad del sistema tributario que exige incurrir en costos adicionales a quienes pagamos tributos…

Llegamos a la conclusión que desarrollar una empresa tecnológica y formal en el Perú, ¡es un acto heroico!

Necesitamos entonces, y con URGENCIA, dos cosas:

Primero: Que se comience a gestar una cultura enfocada a la investigación y desarrollo de tecnología, para que en lugar de que el capital nacional fugue al exterior (a modo de regalías), provenga desde allá. Felizmente, ya existen algunos esfuerzos iniciados desde el sector privado, como es la Fundación Perú que al igual que la Fundación Chile (que nace del impulso estatal en 1976), busca que las empresas peruanas puedan desarrollar proyectos sobre innvovación en distintos sectores.

Segundo: Para lo anterior, el sector privado necesita del apoyo estatal que debe materializarse en la simplificación de procedimientos administrativos (tributarios, municipales y de registro), la promoción a la investigación y el desarrollo de tecnología, así como, el impulso a la elaboración de productos con valor agregado para la exportación.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

No será que muchos ignoramos que hay que registrar "todo". Conversando con una amiga, que había ingeniado un producto relacionado con las mascotas, me contaba sorprendida que no solo tenía que registrar en indecopi el nombre, sino también los colores de la etiqueta. Así como esto fue novedad para mí, supongo que por falta de conocimiento muchos desconocen el asunto de las patentes.

crc

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