Por Alfredo Lindley-Russo

Muchas lunas han pasado desde nuestra última publicación. Pedimos disculpas a nuestros seguidores y sobre todo a aquellos que reventaron nuestra bandeja de entrada exigiéndonos más Piedades. Y es que, para ser justos, ni nuestra pasión por la propiedad intelectual nos permitió arrancar un prudente espacio de nuestras recargadas agendas laborales.

Pero en este feriado largo para el sector público peruano, hago un paréntesis en la preparación de una clase que tengo que dictar, para compartir con ustedes una reflexión curiosa sobre este tema que tanto nos gusta.

Seguramente nuestros lectores nacionales (y algún otro extranjero) deben haber visto la publicidad que inspira el título de esta entrada y que tuvo tanto éxito, que ahora se ha convertido en una secuencia de comerciales que terminan con la misma frase característica. A continuación la primera de todas:


Patentes:

El protagonista, es un señor de avanzada edad que le sugiere con picardía a su esposa que se prepare porque ya tiene su “pastillita azul” y por eso no solamente “le toca” divertirse los lunes, sino todos los días. Se hace así una clara alusión a la píldora, quizás la más famosa de los últimos 20 años, compuesta por el principio activo Sildenafil, sustancia que inicialmente fue creada para la hipertensión arterial y que posteriormente fue utilizada y patentada en Europa (en 1996) para combatir la disfunción eréctil.

Sin embargo, en el Perú nunca fue patentada porque lo que quiso protegerse fue justamente el segundo uso del principio activo que fue descubierto y no el principio activo inicialmente inventado. El caso llegó hasta el Tribunal Andino de Justicia quien dictaminó que el régimen comunitario de patentes no admite la protección de segundos usos. Por eso en el Perú, podemos encontrar…perdón, los interesados pueden encontrar no solo VIAGRA sino cualquier otro tipo de producto que utilice Sildenafil incluso como genérico, por lo que los precios son asequibles… bueno, así me han contado.

Pues bien, les cuento que la patente europea ya caducó. Es decir, venció el plazo legal que la ley le concede al titular para explotar su invención de manera exclusiva. ¿Qué quiere decir, esto? que cualquier otro laboratorio que no sea Pfizer podrá utilizar el mismo principio activo para poder elaborar “pastillitas azules”. En otras palabras, surge la competencia para Pfizer (que deja de ser un monopolio en este mercado) y los precios se reducirán.

Marcas:

No conozco la realidad registral marcaria de Europa, pero me atrevo a lanzar las siguientes especulaciones. Ninguno de los nuevos competidores que utilizarán Sildenafil para competir con Pfizer, podrá denominar a su píldora con el mismo nombre de VIAGRA, pues esta denominación sería una marca que identifica al producto con un único laboratorio. Incluso podría tratarse de una marca notoriamente conocida, en cuyo caso, la protección que se le concede a este término, se encontraría reforzada. Asimismo, el color (azul) y la forma particular de la pastilla (un rombo con puntas redondeadas), podrían también encontrarse protegidas como marcas. Ya ven que cuando el protagonista de la publicidad dijo “pastillita azul” seguramente muchos pensaron únicamente en VIAGRA y no en algún otra pastilla, por ejemplo, para el dolor de cabeza.

Derecho de Autor:

La creatividad de la agencia publicitaria que concibió la publicidad y el trabajo de producción de la realizadora han destacado en la escena nacional. Hoy día todo el mundo dice “ponte linda bombón”, ya sea en alusión a la pícara publicidad o por querer transmitir el mismo mensaje. Ayer en un programa cómico de radio, se lo escuche decir a una mujer que imitaba la voz de una longeva artista del medio, a un político de avanzada edad cuya voz también era imitada por uno de los conductores.

Incluso un programa cómico lo ha utilizado como herramienta para elaborar sus escenas realmente ilarantes:



Definitivamente, el guión puede ser protegido por el Derecho de Autor y la producción misma como un Derecho Conexo (para ver la distinción me remito a esta Piedad). Sin embargo, la protección no alcanza los supuestos de parodia. Si bien la parodia es una transformación de la obra original, la legsilación dispne que este tipo específico de transformación no exije autorización del autor mientras no implique riesgo de confusión con la obra originalmente divulgada ni se le genere un daño (a la obra original o a su autor).

Pero no todo es así de fácil. La parodia sí genera la obligación de pagar una remuneración a favor del autor primigenio por la utilización de su obra. Es decir, si bien se puede parodiar una obra ajena sin necesitar la autorización del autor y no ser sometido a ninguna infracción sancionable, sí es necesario contar con dinero suficiente para pagar por el uso de dicha obra. Entonces, ¿sería más prudente consultar antes con el autor de la obra, si bien no para pedir permiso, para saber cuánto va a costar?

En fin, no les comento más sobre el asunto, porque tengo que seguir con lo de mi clase y salir temprano porque hoy, para celebrar el día del seviche (sobre este asunto, les juro que escribiremos en otra oportunidad) almorzaré con otra Piadosa (Viana) y nuestro buen amigo Aurelius de LVCENTINVS que no le queda mucho tiempo más en Lima, y a quien en honor a nuestra estima, le dedico esta Piedad.